La tan ansiada 50ª Romería Nacional de los Vicentinos al Santuario de Nuestra Señora de Aparecida en Brasil tuvo lugar del 8 al 10 de julio. El mayor evento vicentino del mundo congregó en el Santuario a 13 mil personas a lo largo de los tres días, y el domingo 10, durante la Fiesta Reglamentaria y la Santa Misa, el Centro de Eventos Padre Vitor Coelho estuvo a su máxima capacidad: 9 mil personas.

Con el lema: «Bajo el manto sagrado de la Madre: cultivar la misión de saber cuidar», la Romería convocó a los miles de asistentes a diversos actos llenos de emoción y manifestaciones de fe y devoción a la Madre. «Fue un fin de semana de reencuentro con la Casa de la Madre, con los vicentinos, después de dos años de pandemia y sin Romería. Fue hermoso ver a tantas personas, desde niños hasta ancianos, familias enteras, unidas por este propósito de fe. Hubo representación de todas las regiones de nuestro país, varias caravanas, personas que viajaron varios días para estar en Aparecida y se implicaron por completo en la programación», dijo Elizabete Maria Castro, Bete, 1ª vicepresidenta del Consejo Nacional de Brasil (CNB) de la Sociedad de San Vicente de Paúl (SSVP), y una de las responsables de organizar la peregrinación.

Varias actividades del programa conmovieron a los participantes. La agenda comenzó el viernes con el Rosario en el «Camino del Rosario», donde el Padre Emanoel Bedé condujo las oraciones, acompañado por una joven que representaba a María. El rosario terminó con un volcán de colores en honor a la Virgen.

El sábado, el programa fue intenso. Comenzó con el Vía Crucis en la Colina de la Cruz, que reunió a miles de peregrinos vicentinos. Una «marea de gente se adueñó del camino, cantando y rezando. Animada por la Banda musical ‘Vincente’s Soul’, la concentración ya mostraba lo que iba a ocurrir durante las más de dos horas de marcha. Una intensa predicación del padre Emanoel marcó el tono y el desafío a los vicentinos: revisar el carisma y el modo de actuar. Música, oración, predicación y reflexión en un camino recorrido a pleno sol, con una animación y devoción que encantó a todos los que lo vieron. Quince ‘Ozanans’ repartieron agua a los peregrinos, recordando el carisma de servicio».

La tarde se dedicó a la inauguración de la Exposición de hechos y fotos del Jubileo de la Romería. La panorámica histórica incluía varios paneles que mostraban y contaban la historia de la peregrinación a lo largo de estos 50 años y una muestra de algunas camisetas utilizadas durante las distintas ediciones del evento.

A continuación, tuvo lugar el Show de Talentos de las Conferencias de Niños y Adolescentes (CCA). Los niños y adolescentes ofrecieron un auténtico espectáculo. Hubo 16 presentaciones, con la participación de 110 niños y adolescentes de las regiones 1, 2, 3, 4 y 5. Las Regiones 6 y 7 no tuvieron presentaciones este año y el reto se quedó aplazado para el 2023. Bailaron, cantaron, interpretaron y mostraron que el futuro de la SSVP en Brasil está en muy buenas manos, invitando al público en todo momento a reflexionar sobre las enseñanzas de Ozanam y la responsabilidad vicentina con los pobres.

La noche estuvo marcada por la presentación del Festival Cultural Ozanam de la Juventud Vicentina, con un espectáculo a cargo de la Banda «Vicente’s Soul». Los jóvenes vicentinos, muy animados, reafirmaron su carisma, y cantaron y bailaron sin parar.

El domingo comenzó con la Fiesta Reglamentaria. Preparada con mucho amor y esmero, e incluyó la entrada de las tallas de Nuestra Señora, san Vicente y Ozanam, bailes, un homenaje a personas que han marcado la historia de la Romería, una charla de Eduardo Marques sobre el lema de la peregrinación: «Bajo el manto sagrado de la Madre: ¡cultivar la misión de saber cuidar!» Uno de los momentos más aplaudidos fue la presentación sobre el corazón de María, realizada por los niños del CCA, que emocionó a los presentes.

El consocio Julio Marques, Vicepresidente del Consejo General Internacional para América del Sur, habló de la alegría del regreso de la Romeria tras dos años y de la importancia del trabajo realizado por los vicentinos en sus Conferencias. También destacó que los 150 años de la SSVP en territorio brasileño deben estar caracterizados por el trabajo en las Conferencias. «Estamos pasando por un momento difícil, con personas que pasan hambre y desempleo; en este momento, los vicentinos nos hacemos presentes. Los jóvenes fundadores supieron responder a un momento difícil en Francia y ahora nos toca a nosotros reiterar nuestra respuesta efectiva», dijo.

El consocio Márcio José da Silva, presidente del Consejo Nacional de Brasil, abrió todas las actividades, invitando a los vicentinos a su misión y agradeciendo la 50ª Romería. El tema de nuestra 50ª Romería, «Bajo el manto sagrado de la Madre, cultivar la misión de saber cuidar», nos recuerda la necesidad del cuidado, de cuidarnos a nosotros mismos, cultivando la hermosa misión de saber cuidar también al otro, al prójimo; a este cuidado, que es un gesto concreto de amor, lo llamamos Caridad. Más aún cuando salimos de nuestras casas para venir a la Casa de la Madre, a rezar, a pedir, a dar gracias, a alabar, a celebrar y a conmemorar, como miembros de la Sociedad de San Vicente de Paúl, estos 50 años de peregrinación, donde muchos a lo largo de los años han experimentado milagros en sus vidas, momentos de intensa oración, la oportunidad de encontrarse y reencontrarse con amigos y hermanos de camino. ¡Cuántas alegrías hemos vivido en festivales, vía crucis, rezo del rosario y otros eventos! Es, sin duda, uno de los mayores encuentros vicentinos del planeta, y estar «bajo el manto sagrado de la Madre para renovar nuestro compromiso de cultivar la misión de saber cuidar», nos recuerda la necesidad de entender que cultivar la misión es ya un modo de enfocar el cuidado, de cultivar la misión. Venir anualmente a nuestra Romería es un modo oportuno no sólo para poder tocar con nuestros pies la tierra sagrada que alimenta nuestra fe y devoción a la Virgen, sin también el momento oportuno para renovar y aumentar nuestro compromiso vocacional de salir al encuentro de los más pobres para cuidarlos», recordó.

Pero el presidente fue más allá: «No hay ninguna razón para estar aquí en la Romería, para llamarse vicentino y no participar activamente y semanalmente —repito semanalmente— en las visitas a domicilio a las familias asistidas por nuestra Conferencia. Hemos de estar presentes y participar activa y semanalmente en las reuniones de las Conferencias y sus demás actividades. Es hora y es necesario que tengamos el coraje, el entusiasmo y la determinación de avanzar hacia aguas más profundas, es necesario no detenerse sólo en la canasta básica de alimentos, que es tan necesaria para muchas familias. Es necesario pensar y poner en práctica acciones audaces que transformen y mejoren las condiciones de vida y supervivencia de quienes dependen de los alimentos de estas canastas. Es necesario y urgente pensar en cambiar las estructuras que generan la pobreza con acciones y proyectos que aporten dignidad humana, financiera y social a los pobres a los que nos atrevemos a ayudar, para que nuestra ayuda sea liberadora y no cause dependencia», subrayó.

La Romería terminó con la Santa Misa, celebrada por el Padre Emanoel, acompañado por varios sacerdotes y diáconos. En todas sus intervenciones a lo largo de la Romería, el padre Emanoel recordó que la «Iglesia está hecha para los pobres y debe ser vivida con los pobres», dando una verdadera lección de caridad y del carisma vicentino a los presentes. La consocia Bete hizo un recuento de la historia de la SSVP en Brasil y algunas jóvenes hicieron una presentación, vestidas de María, armando un mapa de Brasil, basado en las siete regiones de la Sociedad en el país.

Haciendo balance de esta edición tan especial de la Romería, el presidente del CNB dijo: «Fue un momento inolvidable de fe, de devoción a la Madre, de entrega. Durante dos años se preparó con mucho cariño por una Comisión específica a la que sólo tengo que dar las gracias. Trece mil personas de todo el país acudieron a Aparecida. Ha sido una celebración preciosa, superando tadas las expectativas», dijo un emocionado Presidente.

Tras la 50ª Romería, el presidente anunció que la edición del próximo año ya tiene fecha: del 5 al 7 de mayo de 2023. ¡Mantengamos la emoción de la 50ª edición en nuestros corazones y aguardemos al próximo año para revivir los homenajes a nuestra Santa Madre!

Fuente: https://ssvpbrasil.org.br/