Corazón eucarístico
Divino amor eterno,
tanto me has amado,
luz del rostro paterno,
en ternura desbordado.
Dulce corazón amado,
herido de manso amor,
en el madero clavado,
me liberas del dolor.
Hecho pan de vida,
en pascua entregado,
tu mesa me convida,
cáliz de tu costado.
Sol del amanecer,
tocas a mi puerta,
estás justo a la puesta,
visita del atardecer.
Trigo molido dorado,
ofrecido como Cordero,
buscando al extraviado,
Pan de vida verdadero.
Vienes a mí compasivo,
me sacas del escombro,
dulce pastor enternecido,
me abrazas al hombro.
Acojo tu amor desbordante,
que mana del costado abierto,
mi alma a ti vuela danzante,
me alimentas en el desierto.
Alianza nueva y duradera,
la que se sella en la cruz,
a mi casa vid verdadera,
ascua encendida de luz.
En ti, mi esperanza,
abrazo puro de infancia,
en ti mi confianza,
despojada de arrogancia.
Fuego de amor prendido,
agua que genera fecundidad,
atraes al hijo arrepentido,
acoges de aquí a la eternidad.
A ti humilde me consagro,
mi vasija se hace oblación,
eres mi gran milagro,
te ofrezco mi corazón.
De mi pecho a tu costado,
te sigo en contemplación,
con ojos de enamorado,
soy discípulo en la misión.
Sangre de sanación,
manantial que lava,
puente de comunión,
¡El universo te alaba!
Sor Floridalia Noguera.
Hija de la Caridad, Guatemala
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