“Por sus frutos los conocerán»
2 Re 22,8-13;23, 1 -3; Sal 118; Mt 7, 15-20.
Un sultán sale en la mañana, rodeado de su corte. De pronto encuentra un campesino que planta afanosamente una palmera. El sultán se detiene al verlo y le dice asombrado: -¡Oh anciano! Estás plantando esta palmera y no sabes quiénes comerán sus frutos. Muchos años se necesitan para que madure, y tu vida se acerca a su término. El anciano lo mira y le contesta: -Plantaron y S comimos, plantamos para que otros coman. El sultán se admira de su generosidad y le entrega cien monedas de plata. El anciano las toma, haciendo una reverencia y le dice al sultán: -¿Has visto qué pronto ha dado fruto la palmera? Más y más asombrado el sultán, al ver la , sabia salida del anciano, le entrega otras cien monedas. El ingenioso anciano las besa y contesta prontamente: -¡Oh sultán! Lo más extraordinario de todo es que generalmente una palmera solo da fruto una vez al año, y la mía ha dado dos en menos de una hora. El sultán maravillado con esta nueva salida ríe y dice a sus acompañantes: -¡Vámonos, S porque si seguimos un poco más de tiempo, este anciano acabará con mi fortuna!
¿Qué te hace pensar esta historia y el evangelio?
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Benjamín Romo Martín C.M.
0 comentarios