“Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?«
Zac12, 10-11;13, 1; Sal 62; Gal 3, 26-29; Lc 9, 18-24.
Esta es la pregunta que Jesús hizo a sus discípulos, a la que Pedro responderá: Tú eres el Mesías de Dios. Es decir, eres el enviado de Dios. Pedro hace esta confesión desde la fe, es decir, desde una convicción profunda y desde su experiencia de haberse encontrado con la persona que le vino a dar sentido a su vida y por quien la va a dar en una cruz.
No podemos nosotros dejar que se apague nuestra fe en Jesucristo, de lo contrario estaría en juego nuestra identidad de cristianos, perderíamos el rumbo en la vida y dejaríamos a un lado la misión que el mismo Jesús nos ha confiado a cada uno de nosotros. Sin la fe en Jesús no seremos capaces de enfrentar los retos y desafíos que el mundo nos presenta, dejaríamos de ser creativos, abiertos a las inspiraciones del Espíritu y caeríamos en la mediocridad.
Jesús es la clave, el fundamento y la fuente de todo lo que somos, decimos y hacemos.
¿Quién es hoy Jesús para nosotros? Hay dos maneras de responder: Aquella que brota de nuestros labios y que parte de todo lo que hemos aprendido de Jesús. La otra, aquella que vamos proclamando con nuestra vida, con nuestros valores, con nuestras relaciones y acciones. Indudablemente que nuestra vida es la mejor respuesta.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Benjamín Romo Martín C.M.
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