“Tomó los cinco panes y los dos pescados, alzó la vista alcielo, los bendijo, los partió y se los fue dando”
Gén 14,18-20; Sal 109; 1Cor 11,23-26; Lc 9, 11-17.
Cómo nació esta fiesta? La solemnidad del Corpus Christi se remonta al siglo XIII. Se cuenta que el año 1264 un sacerdote procedente de la Bohemia, un tal Pedro de Praga, dudoso sobre el misterio de la transustanciación del Cuerpo y de la Sangre de
Cristo en la hostia santa y en el vino consagrado, acudió en peregrinación a Roma para invocar sobre la tumba del apóstol san Pedro el robustecimiento de su fe. Al regresar, se detuvo en Bolsena y, mientras celebraba el santo Sacrificio de la Misa en la cripta de santa Cristina, la sagrada Hostia comenzó a destilar sangre hasta quedar el corporal completamente mojado. La noticia del prodigio se regó como pólvora, llegando hasta los oídos del Papa Urbano IV, que entonces se encontraba en Orvieto, población cercana a Bolsena.
Impresionado por la majestuosidad del acontecimiento, ordenó que el sagrado lino le fuese llevado y, comprobado el milagro, instituyó enseguida la celebración de la solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de nuestro Señor Jesucristo.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Benjamín Romo Martín C.M.
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