“No vine para abolir (la ley), sino para cumplir”
1 Re 18, 20-39; Sal 15; Mt 5, 17-19.
La palabra “cumplir”, que escuchamos hoy en el versículo 17, proviene del griego pleroo y significa “completar, colmar”. Entonces, Jesucristo no estaba I diciendo que anularía la ley, sino que sus pensamientos y acciones representaban el cumplimiento perfecto de esa ley. Es decir, que él “completaba” la ley de Dios.
Lo que Jesús viene a hacer es revelar el verdadero y profundo sentido de la Ley; esto significa que la intención de Jesús es una manera nueva de cumplirlos, viendo en ellos la dimensión positiva que tienen y llevándolos a su máxima expresión. Por ejemplo, no solo no mates, sino aprende a cuidar la vida. De esta manera Jesús se presenta como el auténtico y definitivo interprete de las Escrituras.
Jesús nos viene a decir que en la vida no se trata solamente de ir evitando el mal, y cuidándonos de que no nos lo hagan, sino de hacer todo el bien posible a los demás. Jesús mismo se nos presenta, con su vida y su actuar, como alguien que vino no solo a evitar el mal, sino a dar su vida haciendo todo el bien posible a la humanidad. Y si nosotros somos llamados a seguirlo, hemos de ir por la vida haciendo lo mismo, dando lo mejor de nosotros mismos por amor a los demás.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Benjamín Romo Martín C.M.
0 comentarios