La semana pasada se cumplieron tres meses desde el inicio de la guerra en Ucrania y, por desgracia, el conflicto no muestra signos de remitir. La guerra ha expulsado a millones de personas de sus hogares, creando la crisis de desplazados que más rápido ha crecido desde la segunda guerra mundial. Casi 13,2 millones de personas han sido desplazadas internamente o a través de las fronteras desde el comienzo de la guerra.
La reacción de Depaul
Pocos días tras el comienzo de la guerra, nuestros camiones con primeros auxilios cruzaron la frontera de Eslovaquia a Ucrania. Nuestros contactos en la comunidad nos indicaron dónde había más necesidades, y las atendimos. No tuvimos que iniciar el largo proceso de contratación de personal y de determinar cómo podíamos operar con seguridad en zonas de conflicto: las redes comunitarias ya estaban en marcha, con nuestro personal y nuestros voluntarios listos para ayudar.
Querer es poder
Aunque nunca fuimos imprudentes, estábamos dispuestos a correr riesgos. Si las carreteras eran demasiado peligrosas para viajar, utilizábamos la red ferroviaria. Cuando nos enteramos de que la ayuda empezaba a llegar a las ciudades, pero los habitantes de los pueblos no tenían nada, ayudamos a crear más de 40 puntos de distribución de alimentos en zonas rurales y suburbanas. Cuando nos enteramos de que los ancianos y los discapacitados seguían viviendo en edificios bombardeados y no podían acceder a alimentos, empezamos a utilizar ciclistas voluntarios para llegar a ellos y en la actualidad proporcionamos sustento a más de 700 personas al día. Cuando se necesitaron suministros médicos para salvar vidas, pero otras agencias no pudieron entregarlos, proporcionamos transporte para 12.000 torniquetes y 5.000 kits médicos.
Esta semana hemos superado el umbral de las 500 toneladas de ayuda entregada, y a finales del mes pasado pudimos confirmar que nuestro increíble equipo de voluntarios está proporcionando alimentos a 8.000 personas al día.
No podríamos haberlo hecho sin ti
Nada de esto habría sido posible sin la generosidad de las personas de todo el mundo que se volcaron en nuestro llamamiento. Aparte de la magnífica financiación que hemos recibido del DEC (Comité de Emergencia ante Desastres) y de nuestros amigos de CAFOD (Agencia Católica para el Desarrollo en el Extranjero), nuestro llamamiento para Ucrania ha recaudado hasta la fecha la impresionante cifra de 2,5 millones de libras esterlinas, no sólo del Reino Unido, sino también de Irlanda, Estados Unidos y de más de una docena de países de todo el mundo. Cada donación, grande o pequeña, significa mucho para nosotros, y para nuestros amigos y colegas en Ucrania.
Mirando al futuro
Mientras la guerra continúe, la necesidad de ayuda humanitaria seguirá creciendo, e incluso mantener nuestros niveles actuales —de 80 a 100 toneladas por semana— no será nada fácil. Pero también estamos empezando a planificar lo que vendrá después. Sabemos que la gente necesitará una importante ayuda para hacer frente a los efectos del trauma, apoyo financiero y práctico para los que han perdido sus hogares, ayuda con el empleo y las prestaciones, asistencia jurídica para los que han perdido todos sus documentos de identidad, y mucho más. Tenemos más de 30 años de experiencia ayudando a las personas con todos estos retos y estamos bien situados para ofrecer este apoyo, pero vamos a necesitar toda la ayuda financiera que podamos conseguir.
En nombre de Depaul International, Depaul Ucrania y toda la familia Depaul, gracias por su continuo apoyo.
Mark McGreevy.
Fuente: https://int.depaulcharity.org/
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