“Que te escuche Señor en mi oración”
Núm 21, 4-9; Sal 101; Jn 8, 21-30.
La vida verdadera es creer en Jesús Crucifi- cado~Resucitado. La salud está en mirar a Jesús. Durante la Cuaresma, la Palabra de Dios va acompañándonos con su luz. Hoy podemos captar que Dios quiere la salud y la vida del pueblo, y también quiere su libertad; es un Dios de bondad, no se impone, sale al encuentro de la humanidad en todas las épocas. El momento culmen de ese encuentro es cuando creemos en Jesucristo.
Acercarse a la Vida implicará librarse de la murmuración que es una forma de negarse a ver, negarse a escuchar; también es una forma burda y superficial de distraernos de la verdad.
Se ha modernizado la forma de murmurar. Por ejemplo: “viralizar” información sin tener la certeza de la veracidad de su contenido, conversaciones que inician con: ¿supiste que…?, ¿ya te dijeron…?
Creer en Jesús activa un sistema de salud integral que lleva a vivir y dejar vivir, alegrarse del bien ajeno, cultivar la empatía. Surge la necesidad de buscar a Jesús con más frecuencia y honestidad, haber sido tocados por él se nota en la transparencia de nuestra vida.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Alicia Margarita Cortés C. HC
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