«El Hijo del Hombre será entregado”
Jer 18, 18-20; Sal 30; Mt 20, 17-28.
Jesús, por tercera vez, anuncia a sus apóstoles cómo será el desenlace de su vida: pasión, muerte y resurrección. En el contexto de este anuncio escuchamos la petición de la madre de los Zebedeos, pidiéndole a Jesús puestos de privilegio para sus hijos cuando Jesús esté“reinando”.
Los otros apóstoles se indignan contra Santiago y Juan porque quieren ganarles lo que ellos buscan para sí mismos. ¡Qué disparidad de pensamientos y proyectos tienen Jesús y los apóstoles! ¡Qué lejos se encuentran el uno de los otros! Jesús habla de dar la vida, ellos de ganar privilegios y ventajas; Jesús denuncia que será víctima de los abusos de los poderosos, ellos aspiran a convertirse en poderosos y abusar de los demás. El día y la noche.
Solo poco a poco los apóstoles irán entendiendo y aceptando el proyecto de vida que Jesús les proponía, y también poco a poco fueron acercando su propio proyecto al de Jesús. Es hasta después de la Resurrección que veremos cómo estos hombres comienzan a caminar por el único camino posible para un discípulo de Jesús: “Tenían una sola alma y un solo corazón… nadie pasaba necesidad entre ellos” (Hechos 4, 32. 34).
¿Qué tan lejano está tu proyecto de vida, del proyecto que Jesús te propone?
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Silviano Calderón S. C.M.
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