Es martes de la reseña,
el Señor Sepultado ha sido ungido,
con el aceite sagrado de los cofrades,
es la devoción de estos días santos…

Pero los Cristos vivientes, los de la calle,
los cuerpos de nuestros muertos,
los caídos en los caminos,
los desfallecidos en el desierto…

¿Quién los ha ungido?
A los confinados en casas de retiro,
los que mueren de hambre en chozas,
los despedidos de sus empleos,
los que se asfixiaron ante el virus…

A los fallecidos en hospitales,
los olvidados en confinamientos,
¿Quién les ha despedido?
¿Con qué han sido ungidos?
Siendo reyes y sacerdotes ignorados…

Este mal del año 2020 no llega a fin,
sigue matando gente y esperanzas,
nadie está libre de contagio, es inmune.
Por ahora distanciamiento social y máscara,
tarda para los pobres la llegada de la vacuna…

Familias encerradas en cuarentena,
con necesidad de relación y consuelo,
sometidos a un dudoso tratamiento médico,
sin gusto por olores y sabor de alimentos,
desterrados y aislados por prevención…

Elevamos a Dios una humilde oración,
de rodillas y el susurro en los labios,
consternados ante la estrechez en el pecho
y el nudo en la garganta sollozante,
pedimos perdón y esperamos amor…

Sor Floridalia Noguera.
Hija de la Caridad, Guatemala.