“Descúbrenos, Señor, tus caminos“
Jer 33, 16-16; Sal 24; Tes 3, 12-4, 2; Lc 21, 25-28. 34-36.
Los textos de este domingo nos hacen mirar hacia el futuro, una perspectiva que ya venía señalada desde el domingo pasado. El Adviento nos lleva a prepararnos para revivir el acontecimiento de hace dos mil años: el nacimiento del Salvador. Pues bien, el que vino hace dos mil años, viene cada día y vendrá al final de los tiempos.
En el evangelio escuchamos la advertencia de “estar siempre despiertos…”. Además, Jesús nos pone ejemplos que siguen siendo válidos en nuestro tiempo. No debemos caer en la tentación del cansancio o del desaliento ante una sociedad en crisis o ante una Iglesia que a veces no acaba de mostrarnos una imagen verdaderamente evangélica. El Adviento nos anuncia tiempos nuevos: el Dios que viene a nuestras vidas en Cristo Jesús quiere comunicarnos su alegría y su vida, es el mensaje de gracia del Adviento y la Navidad.
El Adviento es una valiente invitación a la confianza, es una “escuela de la esperanza”. Pidamos al Señor nos conceda que nuestra esperanza se mantenga firme y viva.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Seminaristas del Seminario Vicentino de Tlalpan, Ciudad de México
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