“Quien a ustedes los escucha, a mí me escucha”
Bar 1, 15-22; Sal 78; Lc 10, 13-16.
Por Jesús sabemos que Dios es un Padre bueno que nos ama, y no necesitamos saber más.
Un ejemplo de ello nos lo presenta el evangelio de hoy. Corozaín, Betsaida y Cafarnaúm son ciudades que permanecen cerradas y hostiles a Jesús a pesar de tantos signos de acercamiento y del camino de vida y felicidad que les propone. Nosotros en ocasiones también rechazamos a Jesús y elegimos no el camino de la verdad y la luz, sino aquello que nos hace daño.
Cuando estamos en tentación, solamente la Palabra de Dios nos salva, en ella siempre encontramos caminos para salir de la tentación. Y Jesús es grande porque no solo nos hace salir de la tentación, sino que nos llena de confianza, que es la fuerza que nos hace saber que nuestro Padre Dios siempre tiene sus brazos amorosos abiertos para abrazarnos cuando decidamos volver a Él.
Hoy celebramos a Sta. Teresita del Niño Jesús, Doctora de la Iglesia. Ella también tuvo tentaciones, que venció con la oración y el ofrecimiento de su vida.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Guillermina Vergara Macip, AIC México
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