“Dios está con nosotros”
Zac 8, 20-23; Sal 86; Lc 9, 51-56.
El corto episodio evangélico de hoy comienza recogiendo un momento clave de la vida y obra de Jesús: la decisión de subir hacia Jerusalén.
Descubrir la voluntad del Padre es una disposición permanente de Jesús, y de la misma manera tendría que serlo de todo cristiano, para que lleguemos a reconocer que Dios está con nosotros en todo lugar y en todo momento.
Reconocer que Dios siempre está con nosotros es una de las disposiciones fundamentales para nuestro caminar, con Jesús, en esta vida. Nos ayudará a no caer en la tentación de creer que quienes no comparten nuestra forma de pensar son nuestros enemigos y, como consecuencia, ya sea como personas, como comunidad o como institución, caer en la crítica, el ataque, las descalificaciones o el menosprecio de los demás. Que alguien no acoja formalmente al Señor no significa que merezca ser castigado o descalificado, pues no representa amenaza alguna, no se convierte automáticamente en nuestro enemigo. Simplemente acéptalos y tú, trata de ser fiel.
Pidamos a Dios que haga prevalecer en nosotros la misericordia ante cualquier situación similar. Dios nos guarde y bendiga.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: César Lara Rincón C.M
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