El 27 de septiembre, fiesta de San Vicente de Paúl, las diversas ramas de la amplia Familia Vicenciana preparan de muchas formas y maneras la celebración de esta importante efeméride. Allí donde hay una Comunidad de Misioneros Paúles o de Hijas de la Caridad, allí donde hay un grupo de AIC (Asociación Internacional de Caridades de San Vicente de Paúl), de la SSVP (Sociedad de San Vicente de Paúl), de JMV (Juventud Mariana Vicenciana), de la AMM (Asociación de la Medalla Milagrosa) o de Misevi (Misioneros seglares vicencianos), o cualquier otra rama que se inspire en nuestro fundador… la fiesta de San Vicente de Paúl se vive siempre con alegría, profundidad fraternidad y creatividad.
Recordar a San Vicente de Paúl significa “pasar por el corazón”, con cariño y agradecimiento, a nuestro padre y fundador. Significa también volver a fijar nuestra mirada en la ingente obra que llevó a cabo por y para los pobres y excluidos sociales. Significa encarnar, con dinamismo profético, su carisma liberador y sanador. Y significa que su memoria se convierta en compromiso de evangelización integral hoy y para hoy.
¿Cómo habéis celebrado vosotros esta gran fiesta? Cuéntaselo a toda la Familia Vicenciana del mundo. Puedes hacerlo aquí mismo, en la sección de comentarios (un poco más abajo de estas líneas), o en nuestro Facebook.
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