“Alégrate y goza, hija de Sion”
Zac 2, 5-9. 14-15; Jer 31; Lc 9, 43-45.
Hoy, en esta lectura del profeta Zacarías, Dios anuncia a su pueblo que volverá a habitar entre ellos, en Jerusalén: “¡Alégrate y goza, hija de Sión!, que yo vengo a habitar dentro de ti”.
Con Jesús, Dios, apuesta por el hombre y establece un pacto de amor con toda la humanidad. Quiere adentrarse en nuestro interior, haciendo de nosotros su morada continua. “El que me ama, guardará mis mandamientos y mi Padre y yo vendremos a él y haremos morada en él”.
Por su parte, el anuncio de la muerte de Jesús en el Evangelio de hoy es algo que, como a sus apóstoles, nos cuesta entender. No es extraño que los apóstoles no quisieran que muriese aquel que les había cambiado la vida, al que consideraban su Maestro y Señor y a quien comenzaban a descubrir como el Mesías, el Hijo de Dios. Pero debemos aprender la lección de Jesús: con su vida, muerte y resurrección nos pide que entreguemos la vida por amor a los demás. El que se guarda la vida para sí mismo, la pierde; el que la entrega por amor, la gana.
Pidamos a Dios que nos alegremos y gocemos por sabernos digna morada de su presencia.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: César Lara Rincón C.M
Gracias padre Cesar por las reflexiones a los Evangelios Dios lo bendiga.