“Se fio de mí”
1 Tim l, 1-2. 12 a14; Sal 15; Lc 6, 39-42.
Hay dos expresiones que definen muy bien el mensaje de San Pablo en este día: “me hizo capaz, se fio de mí y me confió este ministerio”, y: “Dios tuvo misericordia de mí”.
San Pablo, desde su experiencia de conversión, nos descubre que el origen de nuestra fe está en el encuentro con Dios, encuentro del que nace nuestra fe y también nuestra vocación y misión en este mundo. A partir de ese encuentro tendríamos que atrevernos a ver el mundo con sus ojos y descubrir cuáles deben ser las actitudes de un verdadero discípulo. Si Dios se fía de mí, yo he de fiarme de Él. Toda nuestra labor como misioneros, enviados en su nombre, ha de confluir siempre en Dios, sin restringir la celebración de nuestra fe por un cúmulo de leyes y prohibiciones donde se cumple a la vez que se miente (“cumpli-miento”).
En palabras del Papa Francisco: “No hemos de ser aduanas de la fe”. La experiencia de encuentro con Jesús ha de permitirnos vivir en profunda humildad, sin prejuicios, sabiendo que él y solo él puede salvarnos, pues nos hace capaces, se fía de nosotros y nos confía su misión.
Que el Señor derroche su gracia en nosotros, dándonos la fe y el amor en Cristo Jesús.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: César Lara Rincón C.M
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