“Dichosa tú que has creído”
Ap 11, 19; 12,1-6. 10; Sal 44; 1 Cor 15, 20-27; Lc 1, 39-56.
La Asunción de la Virgen María nos lleva a festejar la fidelidad de Dios a su alianza con el creyente:“¡Dichosa tú, que has creído! Porque lo que te ha dicho el Señor, se cumplirá.”
Es bello descubrir que la Virgen María alcanzó la dicha de ser llevada a gozar del Reino no sólo por el hecho de ser la madre biológica de Jesús, sino porque supo escuchar la Palabra de Dios, la guardó y meditó en su corazón y estuvo dispuesta a esforzarse para llevarla a cumplimiento; luego, enseñó al niño Jesús a confiar en Dios como ella lo había aprendido y después de la muerte y resurrección de Jesús, estuvo dispuesta a enseñar también a los discípulos temerosos a confiar en Dios hasta las últimas consecuencias. En la actualidad, nos sigue alentando a cada uno de nosotros a hacer lo que Él nos dice: amarnos unos a otros, como Él nos ha amado.
María, madre nuestra, madre de Dios, madre de luz y esperanza, portadora del Amor; María, madre de la Iglesia, estamos en torno a ti unidos en un solo Espíritu y en un mismo corazón. Amén..
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Erick Fernando Martínez Benavides, CM.
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