“Como yo tuve compasión de ti”
Jos 3, 7-10. 11. 13-17; Sal 113; Mt 18, 21-19,1.
El evangelio de San Mateo continúa con el tema del perdón y pone en voz de Pedro la pregunta que muchos nos hacemos: entiendo que hay que perdonar, pero ¿cuántas veces? Jesús, en su respuesta, reorienta el “¿cuánto?” al “¿cómo?”.
Y lo hace con la parábola del rey que llama a sus servidores a rendir cuentas, y que perdona una enorme deuda a uno de ellos porque se lo suplicó. Éste, a su vez, no supo hacerse corresponsable y perdonar a uno de sus compañeros que también le suplicó le perdonara una deuda, que era, con mucho, menor a la que se le había perdonado a él. Esto hizo cambiar al rey de parecer y mandó arrestar al servidor para que pagara lo que debía. La historia nos invita a considerar que lo importante no es ¿cuántas veces he de perdonar?, sino más bien: ¿cómo he sido perdonado? ¿De qué se me ha perdonado? Y, en consecuencia, ¿qué actitud ha detonado en mí ese perdón?
Señor, tantas veces me he equivocado y causado complicaciones a otros, incluso sin quererlo, pero siempre he encontrado algo que aprender de esas experiencias. Permite que el sentirme perdonado me ayude a perdonar a aquellos por los que me he sentido ofendido en alguna ocasión. Amén.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Erick Fernando Martínez Benavides, CM.
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