“Yo soy la resurrección y la vida”
Éx 40, 16-21. 34-38; Sal 83; Jn 11, 19-27.
Durante todo este tiempo de pandemia, alguno de nosotros quizá ha pensado o escuchado a otros decir: “Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano, mi padre, mi madre, mi hija, mi esposo, mi amigo, mi compañera de trabajo, de escuela, mi vecina…”. Y así como en aquel tiempo Jesús se encaminó hacia donde vivían sus amigas Marta y María, hoy nos sale al encuentro para consolarnos por la muerte de nuestros seres queridos, recordándonos que siempre ha estado y estará a nuestro lado. Lo que le dijo Jesús a Marta nos lo repite hoy a cada uno de nosotros: Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque haya muerto vivirá; y todo el que esté vivo y crea en mí, jamás morirá.
Y nosotros, ¿le creemos esto a Jesús?, ¿podríamos responder con la misma confesión de fe que hizo Marta?: Sí, Señor; yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios que tenía que venir al mundo.
Si nuestra respuesta es afirmativa, pidamos entonces al Padre nos conceda la gracia de aprender a reconfigurarnos, para que, con nuestras acciones y actitudes podamos dar fiel testimonio de su presencia viva entre nosotros, aún en medio de estas circunstancias que vivimos.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autora: María Raquel Estrada Díaz.
0 comentarios