“Lo puso el Señor entre los jefes de su pueblo. Aleluya”
Hech 1, 15-17. 20-26; Sal 112; Jn 15, 9-l7.
La oración es un elemento clave en la vida de todo cristiano y de toda comunidad cristiana. No podemos seguir a Jesucristo sin la oración. La oración acompaña todos los momentos importantes de la persona que quiere seguir a Jesús, “invocar el nombre de Jesucristo es la característica del cristiano”.
Hoy celebramos a San Matías, el apóstol que fue escogido para sustituir a Judas, quien entregó a Jesús. En el proceso de elección del nuevo apóstol, la comunidad cristiana, representada por Pedro, se pone en oración, y esta oración, movida por el Espíritu Santo, los hace mirar hacia Matías, quien será el nuevo integrante de los apóstoles.
La oración nos hace permanecer en el amor de Cristo y amar a nuestros hermanos como Jesús nos ha amado; la oración nos ayuda a ser amigos de los demás y a dar sentido a las cosas que hacemos para el bien de los demás. La oración permite llevar a buen puerto la tarea que el Señor nos ha confiado.
¿Cómo llevas tu oración? ¿Cómo te comunicas con el Señor que ha dado la vida por ti? ¿Qué importancia le das a la oración en tu vida?
San Vicente de Paúl te diría que, si eres hombre o mujer de oración, serás capaz de todo.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Jesús Arzate Macías C.M.
0 comentarios