“El Señor es amigo de su pueblo. Aleluya”
Hech 16, 11-15; Sal 149; Jn 15, 26-16, 4.
En el evangelio Jesús nos dice que va enviar el Espíritu Paráclito para que nos acompañe en el complimiento de la misión que él nos ha confiado; Espíritu Santo que nos aconsejará, consolará y defenderá en dicha misión. Esta presencia del Espíritu Santo nos impulsa y acompaña en nuestra acción evangelizadora, así como lo vemos actuar en la misión de San Pablo, con el bautismo de Lidia y su familia en la primera lectura.
Espíritu Santo que actúa en el punto de partida de la nueva historia de la humanidad, la Encarnación del Hijo de Dios. La cooperación de María con el Espíritu Santo, manifestada en la Anunciación y en la Visitación, se expresa en una actitud de constante docilidad a las inspiraciones del Paráclito. Consciente del misterio de su Hijo divino, María se dejaba guiar por el Espíritu para actuar de modo adecuado a su misión materna.
Hoy que es el día de la madre en México, vemos con mucha alegría a tantas mujeres que se dejan guiar por la suave brisa del Espíritu Paráclito que las aconseja, las consuela y las defiende en su tarea de ser madres. ¡Muchas felicidades a las mamás!
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Jesús Arzate Macías C.M.
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