En nuestra sociedad muchas personas, por el dolor que llevan en sus vidas o por la influencia de la sociedad, no conocen lo que significa quitar la vida a un niño antes de nacer. Otros, todo lo contrario, por su mucho conocimiento, si así se puede llamar, realizan estos crímenes. Y lo más triste, el aborto se realiza en poco tiempo pero los efectos del mismo los cargará su madre sola. El “doctor “ no sabe curar la herida que ha ocasionado, su “conocimiento” no le alcanza.

Si usted es mamá y ha pensado lo que dice el poema, dese y dele una oportunidad.

Eres mi mamá

La tristeza embarga mi vida,
me siento basura,
he sido violada
además, estoy embarazada.

Yo siento que me llama.
Se transforman mis entrañas,
Todo mi cuerpo para él se prepara.
Siento rechazo, he sido violentada.

Pero ¿cómo lo voy a matar?
Si es tan delito como violar.
Lo más terrible soy su madre,
y no lo podré amar.

Que tristeza, esta que me destroza,
tener a mi hijo que debo defender.
No lo quiero parir, no lo quiero tener,
no quiero a mi hijo ver nacer.

Buscaré un “doctor” que conozca el asunto.
Mi hijo mañana será difunto
y todo está arreglado
como si nunca hubiera pasado.

—¡Hola, señorita!, ¿usted tiene la cita
para matar a su hijo?
—Sí, “doctor”. ¿Usted es el experto?
¿Usted me ayuda con esto?

Con mucho gusto. Te cuesta…
y todo estará arreglado.
Después que me haya pagado,
deseo que no aparezca.

He entregado a mi hijo
por unos cuantos centavos.
Otro calvario cargo, peor que el que tenía,
así estaré toda mi vida.

Así, errante, voy por el mundo.
No descanso ni un segundo,
por pensar en mi hijo.
¿¡Será que me perdona!?

Soy “Sofía”, quiero defender la vida,
del niño no nacido, que está por nacer.
Sí, lo quiero defender de su madre sin rumbo,
que por su sufrir, no lo dejará vivir.

Hoy te quiero decir, mamá desesperada,
que parirlo no será nada
comparado con matarlo.
Cargarás toda la vida el deseo de verlo.

—No me mates, mamá,
no me lleves al “doctor”.
Dale espacio a tu amor,
y viviremos juntos los dos.

—¡Hola, mamita! Ya nací.
Mamita yo nunca te ofendí,
ni pecado contra ti cometí.
Mamita, yo te haré feliz, me has dejado vivir.

Pbro. Marvin Robles Gamboa CM
Costa Rica.