“al salir de la sinagoga, Jesús fue a la casa de Simón”
Job 7, 1-7; Sal 146; 1 Cor 9, 16-23; Mc 1, 29-39.
Jesús va a la casa de oración, se encuentra con su Padre; después llega a la casa de Pedro y cura a la suegra de éste, luego a muchos enfermos. De madrugada Jesús se levanta y se va solo a orar. A su Padre lo encuentra lo mismo en la casa de oración que curando a los enfermos y en el silencio de la madrugada en oración. Jesús está en permanente oración. ¿Y tú, y yo, que nos decimos sus discípulos?
¿Estamos en permanente oración? ¿Lo mismo en un lado que en otro?
En este día recordamos a la Beata Rosalía Rendu, hija de la Caridad, fallecida un día como hoy de l856, después de una vida inagotable de entrega a todos los necesitados, en especial a los enfermos. Su gran decisión de amar a Cristo la hacía diferente a las demás. Dicen de ella que en su autoridad, reprendía con gran delicadeza y tenía el don de consolar. Y refiriéndose a los pobres decía, evocando a San Vicente de Paúl: “Cuanto más maleducados e insolentes sean, con más dignidad debéis tratarlos. Recordad que esos harapos esconden a Nuestro Señor”.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Gilberto Velarde Osuna
0 comentarios