San Vicente de Paúl,
Amor infinito y comprometido,
Nos renuevas día a día. En nuestras
Vidas, a diario, nos
Infundes a esparcir el amoroso
Carisma que es el legado de solidaridad, fe y esperanza
Expresado en el sufrimiento compartido con el pobre.
¡Nuestra vida sería
Tremendamente vacía! Sin el fuego ardiente por la pasión de amar
Eternamente al que, hoy y siempre, nos grita su penuria.
Dios te legó la gracia, la bendición y la oportunidad de
Elegir la buena nueva y dejarla plasmada en tu obra infinita.
Perdona, Vicente, las veces que no entendemos cómo dar el
Amor; cómo atender el llamado; cómo organizar
Unidos la red de caridad; ¡Cómo arropar y abrazar al pobre!
¡La gratitud siempre será nuestra insignia, por habernos empapado de tu carisma en nosotros!
Rosa María Araujo
El Salvador
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