“El reino de Dios se parece a…”
Heb 10, 32-39; Sal 36; Mc 4, 26-34.
¿Qué es el reino de Dios? En los Evangelios Jesús nos habla constantemente de él y en ocasiones lo llama el“reino de los cielos”.
Para sus contemporáneos judíos, de acuerdo a sus tradiciones y de la interpretación que daban a la Sagrada Escritura, era algo semejante a un reino terreno donde el pueblo judío no sería rehén de otros pueblos y gozarían de libertad. Pero si analizamos la predicación de Jesús llegamos a entender que no es sólo algo terrenal; es algo que comienza dentro de nosotros, una actitud, un sentimiento que nos cambia en lo interior y luego va cambiando nuestras relaciones con los demás y con el mundo.
En Marcos, Jesús inicia su predicación diciendo:“El reino de Dios está llegando, conviértanse”. O sea que está llegando Él, su mensaje, su doctrina y su invitación a que ese Reino llegue como cambio a nuestra vida. Pero ese cambio no puede ser inmediato. Tenemos que acoger la semilla que es su Palabra y alimentarla en nuestro interior, para que se vaya desarrollando y fortaleciendo, hasta que llegue el momento en que, estando maduros en la fe, podamos dar frutos de amor y justicia.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Hna. María Gloria Laguna de San José
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