“Conviértanse y crean en el Evangelio”

Jon 3, 1-5. 10; Sal 24; 1 Cor 7, 29-31, Mc 1, 14-20.

En la primera lectura vemos que Jonás anuncia un plazo que está por vencer: los ninivitas tenían sólo 40 días para cambiar, si no, la ciudad será destruida.

Y el Evangelio señala que Jesús inicia su ministerio haciendo una llamada imperiosa: “Se ha cumplido el plazo”. E inmediatamente llama a los que serán sus primeros discípulos (aquellos que aceptaron dejar sus labores de pesca para convertirse en “pescadores de hombres”), a quienes preparará para enviarlos a comunicar la Buena Nueva. No hay tiempo que perder “conviértanse y crean en el Evangelio”.

El mensaje de Jesús tiene casi dos mil años, pero su vigencia es siempre nueva. Así fue para los primeros discípulos, lo es para nosotros y lo será para la humanidad en el futuro. Es un constante recordar que ya no hay plazo, que está vencido porque el reino de Dios ya está con nosotros. Que la conversión debe llegar a nuestros corazones con la palabra de Jesucristo. Y que también nosotros estamos invitados a ser pescadores de hombres para que todos gocen la nueva vida del Reino.

Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Hna. María Gloria Laguna de San José