Continuamos con nuestro énfasis en la Congregación de la Misión, que celebra su Día de la Fundación el 25 de enero, fecha del legendario sermón de San Vicente de Paúl en Folleville.

El fin específico, como lo indica su nombre oficial, es hacer misiones entre los pobres, especialmente campesinos que, al menos en aquellos tiempos de la fundación, estaban muy abandonados. Luego San Vicente se dio cuenta de que los buenos efectos de las misiones se perderían pronto si no eran mantenidos por buenos sacerdotes, y por eso se entregó a este ministerio, primero con los Ejercicios Espirituales a los Ordenandos, las Conferencias de los martes a los sacerdotes y luego con el establecimiento y dirección de Seminarios diocesanos. La comunidad en que había soñado Vicente de Paúl era una realidad llena de vida cuando murió en 1660.

Fuente: cmglobal.org

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A San Vicente le gustaba hablar de la formación del clero diocesano, sobre todo en los últimos años de su vida. «Al principio,» dijo a los cohermanos el 6 de diciembre de 1658, «la Compañía se ocupaba sólo de sí misma y de los pobres; pero en la plenitud de los tiempos, Dios nos llamó a contribuir a la formación de buenos sacerdotes, a dar buenos pastores a las parroquias, y a mostrarles lo que deben saber y practicar»… Tan fundamental es la formación del clero diocesano en la mente de san Vicente que la hace parte del propósito de la Congregación cuando escribe las Reglas Comunes. Nuestras Constituciones de 1984 siguen cuidadosamente a san Vicente en este sentido, al tiempo que amplían el trabajo de formación para incluir a los laicos: «El fin de la Congregación de la Misión es seguir a Cristo evangelizador a los pobres. Este propósito se logra cuando, fieles a san Vicente, sus miembros, individual y colectivamente:… 3 – ayudan al clero y a los laicos en su formación y los lleven a una participación más plena en la evangelización de los pobres».

– Fuente: P. Robert P. Maloney, C.M. (1997) «Nuestro ministerio para ayudar a formar el clero diocesano: Ayer y Hoy», Vincentiana: Vol. 41 : No. 1, Artículo 4.