En tiempos de emergencia por causa del coronavirus, la Sociedad de San Vicente de Paúl (SSVP) se está movilizando para prestar servicios apropiados para hacer frente a la pandemia en los países que más lo necesitan, como son Líbano, Haití, Ghana, Venezuela y Tanzanía.
En HAITÍ, los vicentinos se han comprometido a ayudar a las familias más vulnerables y a sensibilizar a la población para evitar el contagio, especialmente en las zonas marginadas.
Tan pronto como se desencadenó la alerta sanitaria, el Consejo Superior de Haití pidió ayuda al Consejo General Internacional para luchar contra la pandemia y reunió a todos los presidentes regionales para planificar la forma de intervenir y ayudar a las zonas más afectadas.
Para asegurar la máxima eficiencia en la gestión de los recursos, se nombró un comité para adquirir productos, preparar equipos de voluntarios y organizar el envío de los productos a cada región, según los niveles de infección causados por la pandemia.
Las jornadas de distribución se organizaron a nivel regional de acuerdo con un calendario establecido. Cada jornada se preparó de la siguiente manera: un breve período de oración; capacitación de la población sobre el virus y su forma de contagio y la importancia de los materiales de protección; distribución de cestas de alimentos y equipos sanitarios e higiénicos.
Gracias a la ayuda eficaz y planificada, los vicentinos haitianos lograron llegar a 500 familias vulnerables e informaron y sensibilizaron a miles de personas mediante campañas dirigidas a la población más pobre del país, que sufre doblemente de los efectos de la pandemia.
Fuente: http://ssvpbrasil.org.br/
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