“Conviértanse, porque el Reino está cerca”
1 Jn 3, 22—4, 6; Sal 2; Mt 4, 12-17. 23-25.
El Evangelio de Hoy nos dice que Juan el Bautista es arrestado después de haber predicado que el Reino estaba cerca. Es entonces cuando Jesús inicia su predicación con el mismo mensaje y confirma dicho mensaje realizando signos de que el Reino estaba presente ya en la tierra: sanando enfermos, endemoniados, lunáticos, paralíticos y predicando en las sinagogas de toda Galilea.
El Profeta Isaías expresó: “El pueblo que habitaba en tinieblas vio una gran luz”. En base a ello reflexionemos: Nosotros, ¿estamos en tinieblas?
¿Hemos dejado que la luz de Jesús llegue a nuestras vidas? ¿O hemos dejado que otras luces sean las que nos guíen? ¿Luces de acumular riqueza, de egoísmo, de poder, de ritos paganos… que, más que luces, son espejismos que nublan nuestras vidas, alejándonos de la verdadera luz y del Reino de los Cielos?
Hay muchas personas en tinieblas, lejos de Jesús; y esto porque nadie les ha compartido un poco del Reino con amabilidad, con compañerismo, con un gesto amable que permita vencer sus barreras e integrarse a la gran comunidad de Jesús, a su Iglesia.
Podemos llevar el Reino a esas personas y cumplir el mandato de Jesús: ¡Anuncien el Evangelio!
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Hna. María Gloria Laguna de San José
0 comentarios