Leí un relato de un chico de secundaria que, como dice el título del cuento, «Hizo más fácil ser honesto». En una de sus clases, había muchas trampas. Con los asientos muy juntos y la cabeza del profesor enterrada en un libro durante los exámenes, era demasiado tentador no mirar alrededor. Este chico lo consideraba deshonesto y por eso mantenía los ojos en su propio papel. Cuando salieron las notas y las suyas eran más bajas que las de los demás, se sintió doblemente agraviado, no sólo por su puntuación sino también porque en comparación se veía mucho peor. Aunque estaba tentado de unirse a la multitud, decidió tomar otra dirección. En una discusión en clase, se quejó de lo injusto que era y continuó diciendo que era risible que la escuela tuviera la reputación de ser honesta. Aunque hubo un retroceso inicial, su queja llegó a casa y con el tiempo las trampas se fueron. Se hizo más fácil para él y para todos los demás ser honestos.

La historia transmite la verdad de que, aunque es difícil ser honesto cuando la mayoría no lo es, los esfuerzos de una persona para cambiar la atmósfera hace que sea más fácil para todos hacer lo correcto. Hay estrategias que permiten que lo bueno tenga una mejor oportunidad de surgir, diferentes acciones que suavizan el terreno y permiten que surja más de la verdad.  Las acciones correctas preparan el camino.

El Adviento nos enseña esta lección: ciertos comportamientos hacen más fácil que los caminos de Dios se filtren en nuestros caminos. Hay medidas que desatascan los canales y permiten que el Reino de Dios de paz y justicia fluya más fácilmente. ¿No es ese el papel de Juan el Bautista, arreglando la escena para que su primo, Jesús de Nazaret, pueda llegar más fácilmente y proclamar su mensaje? Juan está moviendo las cosas en el escenario (preparando el escenario) para que la gente pueda ser cada vez más receptiva a quién está a punto de salir a escena.

Algunos ejemplos contemporáneos de este tipo de preparación:

• ese chico de secundaria que al hablar hizo más fácil que todos los demás en la sala fueran sinceros y honestos.
• personas cuyos esfuerzos en el último año han permitido suavizar la resistencia a la igualdad racial.
• mujeres que han luchado contra varias normas sociales que las dejaron atrás como ciudadanos de segunda clase.
• personas como el papa Francisco, alertándonos de la creciente devastación que está ocurriendo en nuestro planeta y abriendo así más posibilidades de cambios y remedios innovadores.
• nuestras estructuras judiciales, que sólo recientemente abrieron un camino para que los estudiantes de DACA [Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, política migratoria de EE.UU. para beneficiar a ciertos inmigrantes indocumentados que llegaron cuando eran niños] puedan obtener la ciudadanía
• that High School boy who in speaking up made it easier for everyone else in the room to be truthful and honest.
• people whose efforts over the past year have worked to bring about a softening of resistance to racial equality.
• women who have fought against various social norms which had them left behind as second-class citizens.
• people like Pope Francis, alerting us to the increasing devastation happening to our planet and so opening more possibilities for innovative changes and remedies.
• Our judicial structures which only recently opened a road for DACA students to pursue citizenship

Podrías llamar a pasos como estos facilitadores, preparaciones que «facilitan» que obedezcamos los mandamientos y vivamos por las Bienaventuranzas de Jesús. Un versículo del salmo (85) lo resume: «La justicia caminará delante de él – y (la justicia) preparará el camino de sus pasos». Hacer justicia es una forma de preparar el camino del Señor, estar más preparados para recibirlo cuando venga.

El Santo Patrón de estas semanas de Adviento es Juan el Bautista, el profeta cuyas palabras y acciones nos ayudan a dar una bienvenida más completa a Aquel que viene. Pero también san Vicente, con todas sus fundaciones y proyectos, puede ser visto, trabajando junto al Bautista, para establecer el escenario de Adviento en su tiempo. Ese «Aquel», por supuesto, es el Señor Jesús, no sólo en ese establo de Belén, sino más bien en las buenas y verdaderas «acciones preparatorias» que sus seguidores emprenden en el presente.