“Dichosos los limpios de corazón”
Apoc 14, 1-3. 4-5; Sal 23; Lc 21, 1-4.
San Juan, en el texto del Apocalipsis de hoy, plantea una visión del reino de Cristo que se va extendiendo y haciendo más visible en medio del pueblo judío y del Imperio romano. Son como 144,000 cristianos firmes en su fe, que llevan grabado en la frente el nombre del Cordero y el nombre de su Padre.
En su visión, San Juan habla de una comunidad de creyentes con una fe viva en Jesucristo. Saben a quién llevan en su frente y quién les mueve para hacer las cosas de una manera diferente. Han sido rescatados del orgullo, de la envidia, de la idolatría, de la inmoralidad; como el mismo Jesús en la escena del evangelio de hoy, no desprecian a nadie ni se creen superiores, sino que construyen lazos de amor, son personas solidarias, justas, fraternas, sin mentiras e irreprochables ante Dios.
Tú y yo formamos parte de una comunidad cristiana, ¿cuál es el nombre de tu parroquia?… Pues es desde ahí, tu Parroquia o tu barrio, desde donde se elevará hacia Dios y el Cordero el cántico nuevo, con notas diarias de justicia, de respeto, de perdón, de solidaridad y de compasión.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Jesús Arzate Macías C.M.
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