Los vicentinos se están volcando en la ayuda a las familias más vulnerables y en la sensibilización a la población para evitar contagios, sobre todo en las zonas marginadas.
Una vez saltó la alerta sanitaria, el Consejo Superior de Haití solicitó ayuda al Consejo General Internacional para luchar contra la pandemia y reunió a todos los presidentes regionales para planificar la manera de intervenir y de ayudar a las zonas más afectadas.
En este encuentro se dieron instrucciones claras para determinar el perfil de los beneficiarios de la ayuda, los mensajes de sensibilización que se tenían que difundir entre la población y la forma de elaborar los lotes, que incluían productos sanitarios y alimentos básicos.
Para garantizar la máxima eficiencia en la gestión de los recursos, se nombró una comisión que comprara los productos, preparara a los equipos de voluntarios y organizara el envío de la mercancía a cada región, según los niveles de infección provocados por la pandemia.
Las sesiones de distribución se organizaron a nivel regional, de acuerdo con un calendario establecido. Cada sesión se preparó de la siguiente manera:
- Un breve período de oración
- Formación a la población, sobre el virus y su forma de propagación. La importancia de los gestos barrera.
- Distribución de lotes de alimentos y de kits sanitarios y de higiene.
Gracias a la ayuda efectiva y planificada, los consocios haitianos han conseguido llegar a 500 familias vulnerables y han informado y sensibilizado a miles de personas a través de campañas dirigidas a la población más pobre del país, que están sufriendo doblemente los efectos de la pandemia.
Fuente: https://www.ssvpglobal.org/
0 comentarios