“Dios es nuestro Salvador”
Tit 2, 1-8.11-14; Sal 36; Lc 17, 7-10.
Todos tenemos el deseo de ser felices y vivir sin tantas dificultades y problemas en esta tierra. El salmo 36, en una frase sencilla, nos indica el camino para construir nuestra felicidad: “Pon tu esperanza en Dios, practica el bien y vivirás feliz en esta tierra”.
Poner la esperanza en Dios es creer que todo lo que Dios nos ha dado a conocer, a través de su Hijo Jesucristo, se cumple; y que todo lo que nos ha enseñado a quienes lo escuchamos, nos hace nacer a una vida más plena, más feliz en esta tierra.
Creer en las enseñanzas de Jesús, en su Palabra, nos hace ser siervos humildes de Dios, que no sólo se quedan
esperando para que se cumpla lo que Dios ha dicho, sino que siempre están en acción, que ponen en práctica todo lo que han escuchado del Hijo de Dios. Es en esa práctica donde, día a día, vamos edificando nuestra felicidad, rabajando por un mundo más justo y fraterno en esta tierra.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Jesús Arzate Macías C.M.
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