“¿Cómo no saben interpretar el momento presente?”
Ef 4, 1-6; Sal 23; Lc 12, 54-59.
Es extraño el reclamo que hace Jesús a la multitud, “a esta generación”: Saben distinguir los signos para predecir la lluvia o el calor, la llegada de los huracanes, el cambio de las estaciones… “pero no saben interpretar el momento presente”. ¿A qué se refiere?
Creo que se refiere a que podemos vivir la vida en dos dimensiones, de forma plana, monótona, como una sucesión de días y acontecimientos: estudiar, trabajar, comer, dormir, divertirse… O podemos vivir de manera más profunda (en “tercera dimensión”) descubriendo en el caminar de nuestra vida la presencia misteriosa y providente de Dios que me acompaña, me interpela, me ofrece caminos para crecer en el amor. De esta manera la vida ese convierte en el espacio donde el Reino va creciendo y adquiere otro color: una tristeza puede convertirse en un momento privilegiado de encuentro con el amor de Dios, una pérdida en un llamado a la gratitud, un triunfo en ocasión para la generosidad y la humildad.
Y así, el amanecer puede ser un grito del amor de Dios y el viento fresco un abrazo tierno de su misericordia. ¿Qué tan profundo quieres vivir tu vida?
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Silviano Calderón Soltero CM
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