“Ustedes ¿quién dicen que soy yo?”

Ecli 3, 1-11; Sal 143; Lc 9, 18-22.

Pedro responde a esta pregunta de Jesús con una profesión de fe: Tú eres el Mesías de Dios.

Y nosotros ¿qué respondemos? ¿Qué dicen nuestras palabras? ¿Cómo definimos a Jesús? Pero sobre todo ¿qué dice nuestra vida? ¿Estamos enamorados de su persona y de su proyecto?

Para Vicente de Paúl Cristo es nuestra regla. Es decir, tenemos que vivir como Él: hacer lo que Él hizo. ¿Y qué hizo? Ante todo, vivía volcado hacia el Padre. Esta profunda relación filial es la que verdaderamente lo define.

¿Y nosotros? ¿Cómo es nuestra permanente relación con el Padre? ¿Qué papel juega en nuestra vida la voluntad de Dios?

¿Es el proyecto del Padre, su Reino, nuestro proyecto? En clave vicentina ¿Intentamos ser siempre, como Jesús, evangelizadores y servidores de los pobres? ¿Nos preguntamos habitualmente, como recomendaba San Vicente: qué haría Jesucristo en mi lugar?

Abrámonos al Espíritu para que su gracia nos vaya configurando con Jesucristo y Él llegue a ser, de verdad, el centro de nuestra vida y de nuestra misión.

¡Aquí estoy Señor para hacer tu voluntad!

Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
María Mares Padilla HC