“La perfección no consiste en la multitud de cosas hechas, sino en el hecho de estar bien hechas” (SVP)
Por iluminación del Espíritu Divino, afloró la excelente propuesta de iniciar un proceso de discernimiento sobre los Planes de Formación existentes, desde los diferentes países de la América Latina y El Caribe, para llegar a elaborar un compendio que pueda destacar y replantear creativamente, lo más significativo de cada uno de ellos. Fue así como iniciamos el proceso de compartir, desde la Confraternidad de Asesores, con los hermanos vicentinos del mundo, queriendo compartir lo que somos y tenemos, en la gran MESA COMUN. Que alegría y esperanza descubrir la APERTURA y GENEROSIDAD, que configura la hermandad y el carisma compartirdo, en cada uno de nuestros encuentros.
Desde esta perspectiva, hemos venido viviendo esta iniciativa de formación, en la cual se han reflejado las diferentes Escuelas Vicentinas, que nos han compartido sus diversos programas de formación. A través de exposiciones acertadas, hemos ido descubriendo la riqueza y abundacia que tenemos en torno a la Formación Vicentina Laical y Misionera.
El Cuarto Encuentro de la Confraternidad de Asesores Vicentinos ha sido una experiencia maravillosa. Nos impulsa a continuar en la misión, de bondad y misericordia, encomendada por nuestro Señor, en el legado de San Vicente de Paúl y de Santa Luisa de Marillac. Porque ser Vicentino es abrazar el Carisma de nuestro Santo Fundador, y su opción preferencial por nuestros hermanos empobrecidos: “Los Vicentinos somos místicos de la Caridad.”
En esta ocasión tuvimos la oportunidad de escuchar al hermano país de Honduras, representado por Edgardo Fuentes, quien se refirió a su Escuela de Formación Laical Vicentina “Margarita Naseau”. Nos dio a conocer un plan de formación que posee tres módulos, con dos partes cada uno; diseñado para estudiarlo en dos años, y durante seis trimestres. Con gran unidad y trabajo compartido, la Familia Vicentina de Honduras, ha logrado graduar a dos promociones, hasta el día de hoy. Todo los graduados se han convertido, a su vez, en los multiplicadores de esta gran iniciativa. Es digno de agradecer la apertura y disponibilidad de poder ir traduciendo todo ello a diferentes idiomas, para poder Vicentinizar el mundo entero.
La Familia Vicentina, después de más de 400 años de existencia, debe seguir esforzándose por garantizar los relevos generacionales, que le permitan mantener el vigor e incidencia que le caracteriza. Es por ello que debe volver la mirada a la juventud, con un énfasis especial hacia los niños.
Sin formación no es posible progresar, pues la formación es la clave que nos hace perdurar a lo largo de la historia. Y es por ello que el Equipo Ladies of Charity AIC Miami, quienes trabajan en conjunto con las Hijas de la Caridad, sintieron preocupación por la formación espiritual de sus hijos; y aprovecharon estos tiempos de pandemia para responder a esta necesidad a través de un pequeño proyecto denominado MINUKIDS. El significado de este nombre es: MINUTOS PARA NIÑOS. Junto con ello surgió también HICARI, que nos refiere a una Hija de la Caridad que habla de Jesús a los niños, formando de esta manera una comunidad virtual de pequeños vicentinos, al servicio y formación de los niños. Su intención primaria es poder llegar a toda la Familia Vicentina Internacional, y desde ella a todos los niños del mundo, con la finalidad de ayudarles a crecer en la fe, en la espiritualidad cristiana y en la riqueza de las grandes virtudes.
Finalmente, desde esta confraternidad, se exhorta a la Familia Vicentina a perseverar en la unidad: “Porque juntos somos mucho mejores y más efectivos”. Que en profundidad de oración y silencio podamos engrandecernos, y percibir la misericordia de Dios; sintiendo como Él, nos bendice y protege; cómo nos concede su Luz y Verdad; para encontrar nuevos caminos, en un MUNDO NUEVO.
Mónica Cobos, AMM,
Coordinadora Familia Vicentina Ecuador
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