“Los últimos serán primeros y los primeros últimos“
Is 55, 6-9; Sal 144; Flp 1,-24.27; Mt 20, 1-16.
La lógica de Dios evidentemente es muy distinta a la nuestra. Dios llama a todos a construir el Reino, se pasa todo el día (toda la vida) buscando e invitando “a ir a trabajar a su viña”. Y cuando empiezas, sigue llamando, aún llegarán otros a trabajar. Los que trabajaron una hora recibieron el mismo salario que los que lo hicieron todo el día.
“Yo quiero dar a este último lo mismo que a ti… ¿no puedo hacer con lo mío lo que quiera?”.
El Reino de Dios es un regalo, un don gratuito de Dios que es “bueno”; es gracia y generosidad suya. Pero también es tarea, hay que querer recibirlo, trabajar por él, sin fijarnos si hemos recibido menos o más que otros, sino agradeciendo y entregando los talentos que se nos han dado.
¡Venga a nosotros tu REINO Señor!
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
María Mares Padilla HC
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