“Sean misericordiosos como su Padre es misericordioso”
1 Cor 8, 1-13; Sal 138; Lc 6, 27-38.
Amar a los enemigos, hacer el bien, prestar sin esperar nada a cambio, bendecir a los que nos maldicen, orar por los que nos maltratan, presentar la otra mejilla, dar el manto y no sólo la túnica, caminar el doble de lo que nos pidan…amar, perdonar en primer lugar, sin esperar que comiencen los otros…
¿Es realmente posible hacerlo?
Si fuera algo imposible, el Señor no nos lo hubiera pedido. “Nos pidió el extremismo de la caridad. Este es el único extremismo cristiano, y la mayor revolución de la historia: el amor. El amor activo, el amor humilde, el amor “hasta el extremo” como el de Jesús, ( Jn 13,1).” (Papa Francisco, Feb. 2020).
Necesitamos superar la lógica del conflicto, del odio y de la venganza, y reconocernos todos como hermanos, hijos de un solo Padre que hace salir el sol sobre los buenos y los malos.
¡Señor, enséñame a amar y a perdonar!
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
María Mares Padilla HC
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