“Cuando un maestro de la ley se instruye acerca del Reino,se parece al padre de familia que sabe sacar del ropero cosas nuevas y cosas viejas”
Jer 18, 1-6; Sal 145; Mt 13, 47-53.
Jesús está hablando de un “escriba” o “fariseo”, quienes conocían muy bien las Sagradas Escrituras y llevaban mucho tiempo esperando al Mesías.
Cuando escuchamos sobre escribas y fariseos pensamos luego en gente hipócrita, soberbia y que se opone a Jesús. Pero no fueron todos. En este pasaje Jesús dice que ellos, cuando descubren y aceptan el Reino que Jesús viene a traer, pueden complementar lo que conocían de las profecías y la Ley de Moisés. Entonces, como el padre de familia, los fariseos pueden ver una foto antigua y complementarla con fotos nuevas para ver el paisaje completo del Reino, una foto panorámica.
Muchos fariseos y escribas creyeron en Jesús y se convirtieron; están Nicodemo y José de Arimatea, por ejemplo.
Todo esto, para nosotros, es una invitación a la conversión. A dejarnos modelar, cada día, por la Palabra de Dios siendo, como dice Jeremías en la primera lectura, “como el barro en las manos del alfarero”.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Carmen Elisa Arteaga Solís
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