“Gracias, Señor, porque me has formado maravillosamente …”
Is 49, 1-6; Sal 138; Hech 13, 22-26; Lc 1, 57-66. 80.
“Ysucedió que al octavo día fueron a circuncidar al niño, y querían ponerle el nombre de su padre, Zacarías, pero su madre dijo: ‘No; se ha de llamar Juan’.” La escena que hoy nos cuenta el evangelio es preciosa, si nos ponemos en los zapatos de este matrimonio de edad avanzada, Isabel y Zacarías, recibiendo la bendición de un pequeño niño.
De la esterilidad a la vida, de lo imposible a lo posible, porque para Dios no hay nada irrealizable, todo lo puede; es capaz de recomenzar una nueva descendencia, una nueva vida.
Cuando la humanidad se agota y no puede avanzar más, viene la gracia y viene el Hijo, y viene la Salvación. Y esa creación agotada, deja lugar a la nueva creación… dice el Papa Francisco.
Jesús es quien puede recrear todas las cosas, es quien da plenitud y rehace todas las cosas, las vuelve a hacer nuevas. Su palabra viene a nosotros como una novedad. Juan es una novedad, rompe la antigua tradición y empieza algo nuevo: “Su nombre es Juan”.
¿Estás dispuesto a dejarte recrear por Jesús?
¿Qué nuevas novedades puedes dar a tu vida desde Jesús?
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Sor Yolanda Elvira Guzmán Yeh, H.C.
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