“¡Muéstranos al Padre y nos basta!”
1 Cor 15, 1-8; Sal 18; Jn 14, 6-14.
Hoy celebramos a los apóstoles Felipe y Santiago y el evangelio nos regala una súplica hermosa que Felipe le hace a Jesús: Maestro, ¡muéstranos el rostro de Dios Padre y eso nos basta!
Jesús les responde con algo de tristeza: ¿Tanto tiempo que estoy con ustedes y no me conoces Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: ‘Muéstranos al Padre? (v. 9). Hay que dejarse sorprender: ver a Jesús significa ver al Padre. Una presencia que hay que descubrir aceptando su misterio a través de los signos. Nosotros hagámosle también una súplica a Jesús: “Maestro, ayúdanos a descubrir a Dios, aún en los detalles más pequeños de la vida; que nuestra convivencia contigo sea tan profunda que, conociéndote a ti, nos encontremos con el rostro luminoso, sorprendente del Padre.”
Además, demos el paso para asumir la responsabilidad que tenemos como discípulos de Jesús: mostrarnos unos a los otros el rostro de Dios Padre a través de nuestras relaciones, cargadas de amor, de misericordia y perdón.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Sor Elizabeth Sánchez Rangel, H.C.
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