“El que guarda mi palabra, no morirá para siempre”
Gén 17, 3-9; Sal 104; Jn 8, 51-59.
La palabra de Jesús es generadora de vida, Él es la Vida, todas las demás palabras sólo tienen sentido desde la suya.
“Tenemos palabras, palabras para vender, palabras para comprar, palabras para fabricar palabras; pero las que sirven son las palabras que ayudan a pensar. Tenemos palabras para matar, palabras para adormecer, palabras para engañar; pero las palabras que sirven son las palabras que ayudan a querer. Tenemos máquinas para escribir palabras; también máquinas para reproducir palabras: micrófonos, teléfonos, computadoras… Tenemos palabras, palabras que hacen ruido; pero palabras que sirven para… hablar ya no las tenemos” (J. Rodari).
Como buen discípulo, ¿transmito vida con mis palabras? Piensa en un caso concreto…
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Sor María del Pilar Méndez Gallegos H.C.
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