¿Quién dice la gente que es el Hijo del Hombre?
1Pe 5, 1-4; Sal 22; Mt 16, 13-19.
La primera de las dos preguntas que Jesús dirige a sus discípulos, va en relación a la opinión de los demás. Jesús busca verificar hasta qué punto sus discípulos conocen la opinión de la gente sobre Él. Las respuestas son muy variadas: Jesús sería Juan Bautista, Elías, Jeremías o alguno de los profetas. Es identificado con personajes del pasado y no con una identidad propia.
Hay un dicho que conocemos bien: Dime con quién andas y te diré quién eres. La forma de evaluar nuestra identidad, depende de las personas con las que yo me relaciono y de lo que yo hago junto con ellas o inspirado y motivado por ellas. Hay personas que se convierten en motivadoras e inspiradoras en nuestra vida. ¿Es Jesús alguien que inspira tus pensamientos, tus sentimientos y acciones?
Inspirados para inspirar, contagiados para contagiar, evangelizados para evangelizar. Somos un libro abierto para los demás y de él también aprenden. Nuestra vida es una predicación para los demás. La pregunta que Jesús lanza a los discípulos tiene dos maneras de responderse: desde lo que sabemos y hemos aprendido, o desde lo que vamos viviendo. Los santos respondieron con la vida, ya que ella es la única respuesta que al final vale.
Seremos examinados no por lo que hayamos dicho, sino por lo que hayamos hecho.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
P. Benjamín Romo cm
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