“Comieron hasta quedar satisfechos”
1 Re 12,26-32; 13, 33-34; Sal 105; Mc 8, 1-10.
Jesús tuvo una clara conciencia de haber venido al mundo para que tuviéramos vida en abundancia (Jn 10, 10). Sin embargo hoy constatamos una realidad escandalosa: Unos pocos con mucha riqueza económica, muchos millones muriendo por carecer de lo elemental para una vida digna.
Es una vergüenza, en México entre los años 2012 y 2016 fallecieron 37,827 personas a causa del hambre. Es un dato que nos avergüenza, pues contamos con recursos suficientes para alimentar a toda la población. Pero la brecha entre ricos y pobres es desmesurada. Sabemos por otra parte que uno de los hombres más ricos del mundo es mexicano. México cuenta con una población total de alrededor de 112 millones de mexicanos. El número de personas en pobreza pasó de 53.3 millones de mexicanos en 2012 a 55.3 millones en 2015 (46.2% de la población total). El número de personas en pobreza extrema pasó de 11.5 millones en 2012 a 11.4 millones en 2015 (9.5% de la población total). El 80 % de los indígenas de nuestro país viven en pobreza.
Y Jesús nos dirá, como a sus discípulos: Denles ustedes de comer. (Porque nos ha dado con qué darles). ¿Somos compartidos o acumuladores?
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
P. Benjamín Romo cm
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