Canten al Señor y cuenten sus maravillas a todos.
1 Jn 2,12-17; Sal 95; Lc 2, 36-40.
El itinerario de la sagrada familia presentado por san Lucas es diferente al de San Mateo. Acerquémonos a la Palabra de Dios para comprender con hondura su mensaje.
José, el niño y su madre han pasado de Belén a Jerusalén para presentar a Jesús en el templo y consagrarlo a Dios como pedía la ley. Simeón y Ana también llegaron al Templo, impulsados por el Espíritu; ellos esperaban al liberador de Israel, luz de todos los pueblos.
Terminados los ritos de la presentación, la familia regresa a Nazaret, ese pueblo pequeño donde el niño siguió creciendo, fortaleciéndose y llenándose de sabiduría según Dios. Cada uno somos como Belén o como Nazaret: ahí Jesús nace, se entrega y va creciendo, o más bien, nosotros vamos creciendo en él. ¿Qué acontecimiento marcó el inicio de mi relación personal con Jesucristo?
Ser cristiano, decía san Vicente, es amar lo que Jesús ama y rechazar lo que él rechaza; abrazar sus máximas. Es encontrar la felicidad en ser pobres de espíritu, mansos, compasivos, misericordiosos, modestos, limpios de corazón, pacíficos, fieles.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Sor Alicia Margarita Cortés H.C.
0 comentarios