Completa en nosotros los beneficios de tu amor.
Is 7, 10-14; Sal 23; Lc 1, 26-28.
Seis meses después del anuncio a Zacarías llega un segundo anuncio, porque el tercero fue a José. En un pueblo llamado Nazaret, comunidad al norte de Galilea.
Si hoy buscamos en internet imágenes de Nazaret encontraremos una ciudad donde habitan miles de musulmanes, judíos y cristianos. En tiempo de María, Nazaret era una aldea sin importancia económica o política. La joven María estaba prometida al joven José, se trataba de una alianza, un proyecto de vida desde la costumbre del pueblo fiel. Y entonces Dios interviene para ajustar ese proyecto, se injerta en esa alianza de manera plenificante. Ante semejante maravilla la Virgen se proclama la Esclava del Señor; ante el abajamiento de Dios María se inclina hasta el último vínculo que conocía. ¿Qué más podía hacer sino rendirse al Amor?
A pocos días de Navidad, en silencio, en nuestro interior contemplemos esta escena. Pidamos la intercesión de la Virgen para aprender de ella a captar la presencia de Dios, levantar nuestras compuertas de temor, apatía y desidia para acoger la Palabra y rendirnos confiadamente a su voluntad.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Sor Alicia Margarita Cortés H.C.
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