La solemnidad de la Inmaculada, al caer dentro del Adviento, se ha convertido en motivo de esperanza para toda la Iglesia cuando se está preparando para recibir al que viene a bendecirnos “con toda clase de bienes espirituales y celestiales. La disponibilidad de María es el camino por el que la salvación de Dios se hace presente.
¡Caridad y Misión!
Chuno
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