“El buen pastor da la vida por sus ovejas”
Is 61, 1-3; Sal 22; Jn 10, 11-16.
Hoy celebramos la fiesta de san Rafael Guízar y Valencia. Se trata del primer obispo mexicano e hispanoamericano que fue canonizado.
San Rafael nació en Cotija, estado de Michoacán y diócesis de Zamora, el 26 de abril de 1878. Durante las batallas de la Revolución Mexicana se disfrazaba de vendedor. Así, actuando de manera oculta, pudo ejercer su sacerdocio ayudando a los soldados moribdos y dándoles los auxilios espirituales.
El 30 de noviembre de 1919 recibió la consagración episcopal. Tomó posesión de la diócesis de Jalapa, Ver., en enero de 1920. Durante su episcopado realizó misiones a prácticamente todas las parroquias de su territorio y luchó por mantener abierto el seminario, a pesar de las leyes que lo impedían. Por causa de dichas leyes fue perseguido y desterrado.
Afectado por diversas enfermedades y estando desterrado de su Diócesis, muere el 6 de junio de 1938 en la ciudad de México. Al ser exhumado en 1950 se encontró su cadáver incorrupto.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Antonio G. Escobedo Hernández C.M.
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