“Vayamos con alegría al encuentro del Señor”

Esd 6, 7-8. 12. 14-20; Sal 121; Lc 8, 19-21.

El mejor encuentro con el Señor, es el que se ha dado en el vientre de la Virgen María. Ella, llena de gracia, ha abierto su corazón para recibir en él la Palabra. Él por su parte, nos trae la buena noticia de la salvación y realizará por medio de su pasión, muerte y resurrección la obra de la redención.

María Inmaculada de la Medalla Milagrosa sigue haciendo su labor de madre, engendrando en su vientre a los nuevos hijos de Dios, nacidos para la Iglesia en la fuente bautismal y conduciéndolos a su Hijo por medio de las sabias palabras: “Hagan lo que Él les diga” de las bodas de Caná (Jn 2, 5), para que siguiendo su ejemplo escuchen la Palabra y la pongan en práctica.

La Asociación Medalla Milagrosa, otra rama de la familia vicentina, que tiene como fin promover el amor y devoción a la Virgen María en su advocación de la Medalla Milagrosa, realiza con esta imagen una visita domiciliaria que se aprovecha para acompañar a las familias, evangelizarlas y conducirles a la caridad.

¡Oh María, sin pecado concebida. Ruega por nosotros que acudimos a ti!

Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Jesús Plascencia Casillas C.M.