Oración:
¡Oh Dios, padre amoroso! Que por tu gran bondad nos has llamado a ser Evangelizadores de los pobres, siguiendo los caminos de tu Hijo amado Jesucristo, ayúdanos con el ejemplo de San Vicente de Paúl, a ser diligentes y audaces ante las necesidades de nuestros hermanos, con un corazón sensible ante los sufrimientos. Concédenos por tu Espíritu Santo, ser capaces de anunciar, practicar y testimoniar el Reino de Dios en todos los lugares del mundo, para que ninguna periferia se prive del anuncio gozoso de la salvación.
Que al contemplar a tu Hijo hecho hombre podamos pasar de la mesa de la Palabra y de la mesa de la Eucaristía a la mesa de los pobres, para compartir con los demás el Pan de Vida, danos la capacidad de ser hombres y mujeres que encarnemos una verdadera espiritualidad capaz de responder a los desafíos de hoy, te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Padre Nuestro…
Oración a la Virgen:
(De los escritos de san Vicente de Paúl)
Santísima Virgen María ayúdanos a estar dispuestos a practicar las máximas evangélicas, te pedimos que llenemos de ellas nuestro espíritu, llenemos nuestro corazón de su amor y vivamos en consecuencia. Por tu intercesión ya que, mejor que ningún otro, penetraste el sentido de esas enseñanzas y las practicaste. Para esperar que, al vernos aquí en camino de vivir según estas máximas, nos serán favorables en el tiempo y en la eternidad. (cfr. XII, 114-129)
¡Oh, santísima Virgen, pide al Señor este favor, pídele una verdadera pureza para nosotros, para toda la familia vicentina! Esta es la súplica que te hacemos. (cfr. XI, 447-449). Amén.
Dios te salve…. Gloria…
CUARTO DÍA
Acoger a las Familias
Signo: Fotografías de varias familias, se pude usar la familia de Nazareth, una camándula o algún objeto que representé la unidad, y en una pequeña mesa varios panes.
Canción: Por los caminos de Vicente
Iluminación Bíblica: Marcos 10, 2-9
Se acercaron unos fariseos que, para ponerle a prueba, preguntaban: «¿Puede el marido repudiar a la mujer?» El les respondió: ¿Qué os prescribió Moisés?» Ellos le dijeron: «Moisés permitió escribir el acta de divorcio y repudiarla.» Jesús les dijo: «Teniendo en cuenta la dureza de vuestro corazón escribió para vosotros este precepto. Pero desde el comienzo de la creación, El los hizo varón y hembra. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y los dos se harán una sola carne. De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Pues bien, lo que Dios unió, no lo separe el hombre.»
Palabra del Señor.
Escuchemos a San Vicente de Paúl:
¿De dónde proviene que veamos en el mundo ciertas familias que viven tan bien en el temor de Dios? Me acuerdo ahora de una de ellas, de la que conocí a los abuelos y a los padres, que eran todos personas muy de bien; y los hijos, a quienes también conozco, se portan de la misma forma. ¿De dónde proviene esto? De que sus padres merecieron de Dios esta gracia, por su vida buena y santa, para sus hijos, según la promesa de Dios mismo, de que recompensará la virtud y la vida buena y santa de los padres en sus hijos hasta la milésima generación. (…) De forma que, si obramos bien, si guardamos con fidelidad todas nuestras reglas, si practicamos bien todas las virtudes que convienen a un buen misionero, mereceremos de Dios esta gracia para nuestros hijos, esto es, para los que vengan detrás de nosotros, y que seguirán haciendo el bien. (XI A, pág. 315)
Reflexión:
La familia humana, una de las instituciones más bellas y queridas por Dios, ha sufrido muchas transformaciones, y no todas para el bien, pues el egoísmo y el miedo muchas veces no han permitido aceptar a la pareja y a los hijos en el plan de Dios.
Solo en la gratuidad del amor pascual de Jesús podemos comprender la locura de la gratuidad del amor conyugal para siempre. En este contexto social y matrimonial bastante difícil, la Iglesia, esposa de Cristo, está llamada a vivir su misión en la fidelidad, en la verdad y en la caridad.
Vicente de Paúl nació en una aldea de Pouy, a unos cinco kilómetros de la ciudad de Dax, en el departamento de las Landas, suroeste de Francia, de padres campesinos. Fue el tercero de seis hermanos. La modesta condición de la familia hizo que el niño Vicente tuviera que contribuir con su trabajo de pastor de ovejas y de cerdos a la economía familiar. Pronto dio muestras de una inteligencia despierta, lo que llevó a su padre a pensar que podía hacer una carrera eclesiástica. Cursó estudios primarios y secundarios en Dax, y posteriormente filosofía y teología en Toulouse. Fue ordenado sacerdote muy joven, con la intención de ser párroco de inmediato y así poder ayudar a su familia.
El cariño y la cercanía de Vicente de Paúl a su familia nos motive para acoger a las familias y ayudarlas a vivir su compromiso cristiano de crecimiento en la fe y de impulsar los valores del amor, la paz y la fraternidad, la oración y el diálogo, propios de las familias constructoras de nueva humanidad.
Preguntas:
• ¿Qué valores se han perdido en las familias modernas?
• ¿Qué buena nueva tiene la Iglesia para los jóvenes acerca de la familia?
• ¿Cómo podemos acoger hoy a las familias destruidas?
Gozos
“San Vicente de Paúl, enciende en nosotros el fuego de la caridad”
Fuego de la caridad, desde el campo a la ciudad,
como campesino o preceptor; de misionero a fundador.
La llama ardiente de tu celo, nos pone en la misión de quitar el velo
a los esclavos y a los afligidos, a quienes damos el Evangelio.
Tus hijos e hijas llevan con pasión tu heraldo,
en el firmamento luz ponderosa de tu amor nos guía
con la fuerza imperativa de amar sin miedo,
a quien sediento por la justicia corría.
En el horizonte nos invitas a fijar mirada,
amor efectivo reclaman los pobres;
que sea nuestra caridad inventiva y cimentada
para dar a Cristo en la tierra un mundo sin distinciones.
Padre de los pobres, predicador infatigable
del celo por las almas compártenos ejemplo;
para dar a los pobres testimonio fiable
que conduzcan al hombre a verdadero templo
¡El pueblo muere de hambre y se condena!
Urge llevar el pan con justicia,
que sólo por nuestro amor
los pobres nos perdonarán.
¡Oh Vicente de Paúl! Que no se halle en nosotros
un amor que sea subjetivo, ¡donativo debe ser!,
con el esfuerzo de nuestro brazos,
y en la frente el sudor, para dar a conocer al prójimo
el amor de nuestro Dios.
Misión y Caridad son las alas
que te llevaron al cielo,
a tu entrada, pobres y ricos te esperaban.
Gozosos tu hijos, mientras Cristo te coronaba
de laureles y santidad, padre y apóstol,
la Iglesia en ti se reflejaba.
Oración final al corazón de san Vicente de Paúl:
Oh Corazón de San Vicente que sacaste del Sagrado Corazón de Jesús, la caridad que tú derramaste sobre todas las miserias morales y físicas de su tiempo, alcánzanos de jamás dejar pasar a nuestro lado miseria alguna sin socorrerla.
Haz que nuestra caridad sea respetuosa, delicada, comprensiva, efectiva como fue la tuya. Pon en nuestros corazones una fe viva que nos haga descubrir a Cristo sufriente en nuestros hermanos desventurados.
Llénanos del celo ardiente, luminoso, generoso que jamás encuentre dificultad alguna en servirlos. Te lo pedimos, oh Corazón de Jesús por la intercesión de aquel, cuyo corazón no latía ni actuaba más que por impulso del tuyo. Amen
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